La extrema pobreza, EL Estado fallido, la democracia deudora y los derechos humanos.

 

La extrema pobreza, el estado fallido, la democracia deudora y los derechos humanos.

Fuente: OnceNoticias.

La extrema pobreza en que viven millones de seres humanos es escandalosa. Así lo reconoce el alto comisionado para los derechos humanos de la ONU en los principios rectores sobre la extrema pobreza y los Derechos Humanos. Además, causa vergüenza que el desarrollo económico, los medios tecnológicos y los recursos financieros del mundo actual coexistan con la miseria humana. Millones de hombres, mujeres y niños se debaten entre la vida y la muerte por la pobreza aun dentro de países denominados “del primer mundo”.

 Para América latina, la ONU alertó que en 2022 “se agravará la crisis alimentaria en Colombia, Honduras y Haití”. Estos países comparten la ingobernabilidad, la violencia generalizada, la inestabilidad política, el sobre endeudamiento público y la violación institucionalizada de los derechos humanos. Además, señala el organismo internacional que “las crisis migratorias y el cambio climático” también son causales de tal pronóstico. 

Lo anterior denota incapacidad de los Estados en su rol de facilitadores de condiciones que satisfagan las necesidades básicas elementales de las poblaciones. En materia de Derechos Humanos existen tratados y convenios internacionales suscritos por casi todos los Estados partes de la ONU. Sin embargo, esos instrumentos son violentados por los mismos estados firmantes. “La falta de coherencia de las políticas a nivel nacional e internacional socava y contradice el compromiso de combatir la pobreza”, según la OACNUDH.

El eterno abandono de los pueblos.

“Las personas que viven en la extrema pobreza a menudo son desatendidas o abandonadas por los políticos, los proveedores de servicios”. Su situación se agrava “debido a su falta de voz política, capital social y financiero, así como por su exclusión social crónica.

En conclusión, las poblaciones empobrecidas del mundo “son afectadas desproporcionadamente por un gran número de violaciones de los derechos humanos”. La discriminación contra los pobres, históricamente “está generalizada y es ampliamente tolerada”

Diversas voces expertas en el mundo coinciden en que “la pobreza extrema no es inevitable”, es más, se reconoce como una situación creada, propiciada y perpetuada por acciones y omisiones de los estados y otros agentes económicos. Esos mismos estados firmantes de los convenios internacionales devienen obligados a propiciar la transformación de las condiciones de vida de los pueblos.

 Al tolerar la discriminación de los pobres por parte de los agentes económicos que usufructúan el poder político, propician la transmisión de la pobreza por generaciones. Así el estado valida sistemas sociales, políticos, económicos y culturales que acentúan y profundizan las consecuencias devastadoras de la pobreza.

La ONU aprobó en setiembre 2012 los principios rectores sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos. Conforme a esos principios, los estados son los principales agentes violadores de los derechos humanos de los más pobres.

 

Conquistas, colonización y miseria.

Los Estados expansionistas al arrebatar por la fuerza los territorios, riquezas naturales y demás bienes en amplias regiones del mundo entronizan la cultura del despojo. A ello se debe la institucionalización de oprobiosos sistemas de explotación humana como el tráfico y la esclavitud.  Históricamente han vulnerado los derechos humanos de las poblaciones de comunidades desalojadas y oprimidas. La conquista y colonización de África y América han producido una profunda marginalidad y condiciones de miseria crónicas que aun imperan.

Así opina HORACIO GONZÁLEZ ( info@geografiainfinita.com), “la pobreza de siempre de África y del mundo viene de la colonización de los países europeos y la esclavitud y robo de sus recursos”. Igual en nuestra Hispanoamérica, luego de la “independencia y la perpetuación de la corrupción. La colonización es la peor muestra de corrupción y criminalidad de la historia humana”. Según Gonzales.

La historia registra que desde Cristóbal Colon (1492), España, Francia, Portugal, Gran Bretaña, y Países Bajos conquistaron y colonizaron gran parte del territorio americano. Se estima que en los primeros 150 años de conquista, 17,000 toneladas de plata y unas 200 toneladas de oro arribaron a España. “Los hombres, mujeres y niños indígenas eran obligados a trabajar en entornos fronterizos, en el hogar y en minas tóxicas de oro y plata”. En otras palabras, fueron esclavizados.

Estrategias de reducción de la pobreza.

Es común encontrar críticos que señalan que las consecuencias de las colonizaciones han sido devastadoras en los países que la sufrieron. Eso explica la condición de pobreza y extrema pobreza crónicas en que aún se debaten poblaciones como la de Honduras. Por muchos esfuerzos e iniciativas locales o regionales que se hayan implementado a través de la historia han sido en vano. Solo en el breve periodo 2006-2008 los organismos internacionales registraron y reconocieron una leve disminución de los índices de pobreza. Luego a partir de junio 2008 a enero del 2022 nuevamente los índices de pobreza alcanzaron la cifra de 74%.

Denuncias de una herencia maldita.

Así que, la pobreza en Honduras es un fenómeno crónico, heredado desde la toma de posesión del territorio a nombre de los reyes de España en 1502. La conquista implicó el despojo de las tierras, recursos naturales, la dignidad y la libertad de los aborígenes. El sistema económico implantado por los colonizadores europeos, se consolidó mediante el sistema conocido como encomiendas. Los encomenderos, investidos como tal mediante títulos emitidos por los reyes de España, sentaron las bases de la inhumana explotación y esclavización de los nativos, ellos expandieron los latifundios.

Mediante la explotación extensiva de la tierra y la extracción de los minerales provocaron la expulsión y el exterminio de los pobladores, el empobrecimiento y miseria se convirtió en la norma común a las sociedades surgidas por edictos reales. La especulación y el arrebatamiento de las propiedades rurales entre los mismos colonizadores eran comunes. Así dieron origen a las constantes y continuas guerras entre las regiones gobernadas por los agentes coloniales. Esas mismas guerras dejaron secuelas catastróficas para el incipiente tejido social producto del mestizaje, así como para los pocos reductos de pobladores originarios.

La degradación humana alcanzo niveles tan escandalosos que dieron origen al surgimiento de voces contestatarias y de defensa de “los indios” en el seno mismo de la sociedad colonizadora. Así surgió la valiente y vibrante denuncia de Fray Bartolomé de las Casas ante los reyes católicos de España. En sus obras, Las Casas denunció “los pecados, injusticias, crudezas y atrocidades cometidas por los conquistadores y encomenderos y defiende los derechos naturales de los indios”. (Historia de las Indias. Obras Completas 5, 1761-1762).

Caso Honduras: los encomenderos

También el sacerdote José Antonio Liendo y Goicoechea, manifestó su preocupación social. (José C. del Valle. Revista de Archivos Nacionales. 1938:14). Goicoechea manifestó la necesidad de “remediar las causas de la pobreza y mejorar la condición de los indios”.) Aunque según parece lo hacía únicamente “desde el plano de la caridad y no en las preocupaciones sociales de su tiempo”. ( Lascaris)

Entre 1806-1808, desde las montañas de Agalta, en Olancho, reclamó la atención del gobierno para beneficiar a los indios. Con el propósito de superar la miseria en que vivían los naturales, fundó San Esteban de Tonjagua y Nombre de Jesús Pacura. (Rómulo Durón. “Elogio fúnebre al padre Goicoechea.1935:380).

 Esa misma preocupación y solidaridad fue manifiesta por el sacerdote español Manuel de Jesús Subirana. Este logró del Estado de Honduras en 1862 la adjudicación de 7 caballerías de tierras para los indios de San Esteban El Carbón. Igualmente logró para los indios de Culmí Aguanquirito en Catacamas, más de 13 caballerías (Índice de Títulos de Tierra. Archivo Nacional Honduras, Tegucigalpa, 1969).

Como queda dicho, según F. Bartolomé de las Casas, los imperios europeos con el sistema de arrebatamiento y reparto de las tierras ajenas conocido como “la Encomienda” y los “Repartimientos” le arrebató injustamente la propiedad de la tierra a los naturales de América. Siendo un acto inmoral tubo efectos destructores a la dignidad del indio sujeto de derechos naturales a la libertad y propiedad. Con estas instituciones el imperio español y otros reinos europeos. instituyeron y legitimaron la corrupción como sistema transversal en la vida de las sociedades colonizadas.  De allí que la discriminación, marginalidad, la exclusión y la pobreza son parte de la herencia dejada por la conquista y colonización. Esta situación es parte integral de la historia y vida actual en todos los países “fundados” por los agentes conquistadores y colonizadores. Lo anterior comprueba que igual suerte corren los pueblos de toda América pluriétnica y pluricultural.

La corrupción en Honduras: percepciones o realidades

Hasta bien entrado el siglo XX1, “La clase política en Honduras ha heredado el sistema de corrupción como su mejor institución para poderse beneficiar e incluso crear fortunas” (Denis Muñoz: https://lateinamerika-nachrichten).

Es decir, la violación de los Derechos Humanos de los habitantes originarios y criollos es una constante. Se reproduce desde el momento mismo que fueron victimizados por la conquista y posterior colonización. Recientemente Ricardo Zúñiga, alto funcionario del gobierno de los Estados Unidos, sostuvo un encuentro con la dirigencia de la empresa privada hondureña. La denuncia que hizo ante el empresariado y que publicó la prensa local, dejó helados a los “timoratos” y “santulones”. Sostuvo que cada año fiscal, en Honduras se “esfuman” tres mil millones de dólares por corrupción administrativa del estado. Lo dijo cuando aún resonaba en el ambiente “la pregunta del millón”, ¿Dónde está el dinero?

 Así con este reclamo público, el movimiento social “los indignados”, y las Plataformas de los Movimientos sociales, sacudieron los cimientos de la sociedad hondureña.  

Los números no mienten.

Entre 2006 y 2009 la pobreza se redujo en 7,7%, y la pobreza extrema en 20,9%. En contraste, de 2010 a 2012 la pobreza aumentó 13,2% y la pobreza extrema se disparó 26,3%. En el 2014, el 62.8% de los hogares hondureños se encontraban en condición de pobreza, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Siempre en alza, para el 2020; 7 de cada 10 familias hondureñas vivían en la pobreza. Al iniciar el 2022, el 71%.

 La deuda del Estado de Honduras era de 2,444 millones de Dólares a junio del 2009. Doce años después, la deuda externa del sector público y privado de Honduras se ubicó entre enero y octubre de 2021 en 11.115,7 millones de dólares, informó el Banco Central (BCH) 17 dic 2021.

De acuerdo con Jake Johnson, “hubo avances económicos efectivos, Sin embargo, esos avances fueron revertidos en los años siguientes al golpe, en parte por las decisiones políticas del gobierno desde el golpe” (Honduras desde el golpe. Centro de Investigaciones Económicas y dólares 07.04.2014)

En ese mismo periodo el país alcanzó el nada honroso título de “Narco Estado” según algunos operadores de la justicia estadunidense. La criminalidad organizada no combatida por el estado, ha convertido al país en uno de los lugares más inseguros y peligrosos del continente americano.

Inequidad a la carta.

Honduras actualmente está considerado como uno de los países más inequitativos y desiguales del mundo. El llamado índice GINI, que mide la desigualdad, establece que, en Honduras de 0,50 en 2009, pasó al final de 2011 a 0,59, un aumento de 12,3%, el más elevado de América. Ya en 2017, era el tercer país más desigual de Latinoamérica,

 La casta política heredada desde la conquista, continúa a través de la historia, el inmisericorde saqueo de los recursos, talentos y riquezas del país. Los grupos facticos que dirigen el Estado, en nombre de la democracia, son los principales violadores de los derechos humanos.

 

Redacción: Guillermo Meza Ávila.

Contacto: jguillermomeza@outlook.es